Los dos voluntarios que han viajado a Tepantlali en el mes de julio ya llevan dos semanas en la Tepantlali, y esto es lo que nos cuentan:
Como ya os adelantábamos la semana pasada, El lunes se empezó a abrir el Centro “La Natividad” contando con la presencia de bastantes niños que hicieron refuerzo escolar y diversos juegos.
Hacen deporte como el baloncesto, volley o fútbol; El jueves se empezaron a realizar los talleres de costura con las mujeres, y saborearon un buen café. Se pusieron a coser faldas, fundas de almohadas, etc. Tranquilos, nadie se pinchó con ninguna aguja al hilvanar!
El viernes disfrutaron de una sesión de cine. El fin de semana se ha pasado rápido entre compras en Oaxaca de material para el centro, y estrujamiento de coco para realizar actividades.
Cada día nos sentimos más integrados en la comunidad Mixe que nos está dando todo lo que tiene. Sin duda menos de lo que recibe por nuestra parte. Estamos descubriendo nuevos sabores como el pisto mexijano. Todavía no dominamos el mole. Empezamos a añorar sin necesitar la comida española como el pescado.
En estos días nos estamos dando cuenta de que Tepantlali es un lugar para ponerse en forma empezando el día con energía haciendo ejercicio por la naturaleza, o por el contrario, para volver con unos kilitos de más debido a la riquísima comida que nos ofrecen.
Los niños son felices porque no necesitan demasiados juegos para disfrutar como quien dice “en lo simple anda la destreza” y “menos es más”. Estamos encantados de poder seguir conociéndoles y de aprender que aunque vivas en un lugar diferente todos somos iguales. Nadie es más que nadie. La diversidad en Tepantlali suma, no resta.
Con mucho cariño y alegría nos despedimos hasta la próxima semana. Que la “agarraremos” con ganas de bailar y de gymkana.