Volvemos al campo de trabajo de Moatize para conocer cómo le va a otra de las voluntarias que están allí:
Moatize se encuentra en el distrito de Tete, en Mozambique, un pequeño lugar donde a todas horas se escucha música, niños, perros, gallos y gente riendo, al mismo tiempo que trabajan y ayudan a sus familias!
En este lugar se ven muchos niños trabajando y jugando a la vez, y, sobre todo, muchas niñas cuidando de sus hermanos o bebés encima de sus espaldas sujeto con una capulana.
Sin embargo, en los oratorios que hacemos por la tarde para los niños de la calle, conseguimos crear un espacio para que estos niños vuelvan a serlo durante un rato.
Niños que comparten, que juegan en las calles descalzos, que se ensucian, se enfadan, se desenfadan… Niños que disfrutan de cada juego que les proponemos. Incluso aunque se rían de nosotras por no entenderlos o por pronunciar mal el portugués.
Son niños movidos, algo rebeldes, pero muy cariñosos y cuando nos ven, en seguida vienen corriendo para saludarnos y pasar rato con nosotras.
Las familias de Moatize viven el día a día.
Está siendo una experiencia muy gratificante. Aquí aprendes a vivir con poco, a valorar a la familia y a los que nos rodean.